... Previous page
jueves, 17. septiembre 2009
Locura
»
- dale, vení, ya terminamos, vamos que te acerco a tu casa en el auto (mientras caminábamos hasta el estacionamiento... ella llevaba su cartera, agenda, papeles, papeles, papeles)
- bueno, dejame donde puedas, dale
- uh!, ¿me ayudás que tengo que buscar las llaves en la cartera?
- sí, dame que te tengo
- pero la puta madre!, ¿donde tengo la llave?
- buscala, buscala tranquila
- bolúda!, no tengo el auto!
- ¿cómo que no tenés el auto?
- noooo, me acabo de acordar que a la mañana entró en el service que le tocaba!, que tarada, que tarada!, me había olvidado... hoy fue un día complicado, disculpame, ¿me creerías si te digo que no soy siempre así? -tranqui, no te preocupes... caminemos.
No estamos sólos en la locura, a veces creo que llego al límite de hacer cosas que hace años no hacía, la distracción es moneda corriente de mi cotidianeidad. Tengo que pensar varias veces las cosas que no tengo que olvidarme de hacer, camino de un ambiente a otro de la casa y cuando llego a donde se suponía que tenía que hacer algo no recuerdo que era. También es válido mencionar que lo hago en el contexto de tener a alguno de los niños colgado de una pierna, a upa o con ambos llorando y sin asistencia de terceros.
Justo a mí no me tenés que dar explicaciones ni justificarte.
Me complace comprobar que no estamos solas, en la locura.
Jime, 17 de septiembre de 2009, 20:39:52 ART
link