Cuentos
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Las historias o cuentos, viven trasladándose de boca en boca… o quizás sobreviven… y por alguna particular razón, nunca mueren.
Los primeros títulos que me vienen a la mente son: La cenicienta, La bella durmiente, Blanca nieves y los siete enanitos, Caperucita roja y otras historias de Disney…
Disney parecía saber lo que hacía… antes de estar 18 grados centígrados bajo cero… aunque esa parece ser otra historia.
En fin, lo que mas me llama la atención son las adaptaciones que se les hace a cada una de ellas… los especialistas en psicopedadogía las diseñan y rediseñan permanentemente para poder transformarlas en vehículos de aprendizaje de “algo”.
“Algo” que sirva para ser aplicado en la sociedad que corresponda, algo que cierre con moño en la mente de un niño.
Porque nunca hay que olvidar que los niños, no son seres humanos en versión pequeña… son distintos, no tienen ni las inhibiciones, ni los prejuicios ni los límites racionales que todos los adultos prolijamente hemos adquirido a lo largo del tiempo.
Porque el otro día escuchaba una versión mas terrenal de “Caperucita roja”…
Parece ser que esta niña, de la que se desconocía el nombre y solo se sabía que andaba a caballo con su caperuza colorada… se encontraba visitando a su abuelita, quien se encontraba postrada y había sido previamente ingerida por el malévolo lobo… que tras un largo cuestionario acerca de sus partes corporales, se habría dedicado a desgarrar cada miembro de la niña para finalmente masticarla en su totalidad… y pipon pipon… se dedicó a hacer la digestión.
Claro que, no parece ser esta una historia para ser contada en un jardían de infantes.
Jime, 19 de septiembre de 2003, 11:22:32 ART