Prejuicios
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El viernes 26 de febrero mientras secaba a Lucía para vestirla luego de su baño diario, me levantó la manito en señal de stop y me dijo “no mami, no me pongas pañal, yo quiero usar bombachita, me entendés?, como vos, bom-ba-chi-ta”.
Y así fue como dejó los pañales -de día, de noche es otro tema que no admite discusión, so, no me hagas comentarios al respecto-. Lo llamativo del caso es su capacidad de decidir de un momento a otro, lo que quiere para ella y al mismo tiempo de sostener con convicción lo decidido. Desde ese día avisa cuando necesita ir al baño.
A partir de allí, comenzó a experimentar los beneficios de no tener la incomodidad del pañal, sin importar en qué lugar se encuentre y sin ninguna clase de pudor. No me quiero imaginar las cosas que debe decirle el padre cuando la ve hacer eso.
Me gusta criar a mis niños de cerca, en forma natural y sin impregnarlos de prejuicios al pedo.
Que en todo caso sea “la sociedad”, la que se ocupe de cortarle las alas a ésta angelito, diciéndole que es intolerable, inaceptable o bochornoso rascarse el culo de ese modo en público!
Jime, 17 de marzo de 2010, 13:43:49 ART