El efecto pony
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Vivimos en un país en donde 35 Senadores se levantan repentinamente del recinto y lo abandonan, porque no quieren perder su “poder oficialista”. En lugar de debatir democráticamente, se van.
La pelota es mía, me levanto y me la llevo, el miércoles que viene será otro miércoles, parecían decir.
Cual niño caprichoso que no acepta que las reglas de juego han cambiado.
Cuando el ser humano se sube al pony se enceguece, se ve que a esas “alturas” el aire se encuentra narcotizado, quien sabe.
Jime, 25 de febrero de 2010, 12:51:44 ART