Hilo de plata
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Mi cuerpo llegó hace un par de horas. O al menos eso es lo que evidencia el pasaporte. Mi alma, sigue aún vagando y se resiste a volver a incorporarse a esta carcasa humana que mañana debe retomar la rutina cotidiana.
Mi valija tampoco quiso pisar territorio argentino, no se sabe si se quedó en Cartagena, Bogotá, se subió a una conexión a Sudáfrica o si finalmente decidió no volver a encontrarse conmigo, con el cuerpo, o con el alma, en este caso lo mismo da.
¿Será acaso que mi alma la está buscando y está intentando hacerla entrar en razones?, cómo discutirle por ejemplo que sea mas atractivo estar de aquí para allá, que pasar la mayor parte del tiempo guardada en un placard.
¿Tendrá ésto alguna similitud con la meditación?.
Jime, 25 de octubre de 2009, 20:45:25 ART