Parábola
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Nunca más tendrá que agujerear paredes, usar clavos, pegamento ni dañar esas superficies. Le estoy hablando de un artículo que no es descartable, que lo puede reutilizar para colgar indefinidas veces, decía el vendedor ambulante en el ómnibus, oferta única, para usar de por vida!
Y así consigue tres ventas exitosas de ganchos importados con sopapa. Tiempo atrás fui una de esas compradoras. Servicio a la comunidad: no lo hagas, no le compres, el gancho se cae al rato de estar colgado.
Pero que eso sea un fraude es un detalle, lo cobra cinco pesos, lo realmente trascendental del caso es que los seres humanos queremos creer que con cinco pesos es posible comprar la solución de por vida a un problema.
Claro, alguien podría decirme, pero vos también, querés resolver con dos mangos un problema de esa magnitud!. Bien, hagamos el ejercicio mental, ¿y aunque estuviera hablando de mucho más dinero?, imaginemos, tiremos una cifra al azar, ¿un millón?, ¿de pesos?, ¿de dólares?, lo mismo da, seguimos queriendo creer que es cuestión de barajar la cifra adecuada.
¿Y si en lugar de negarnos a “ver” la realidad comenzamos por conocerla?
Y, ¿por qué no por aceptarla?.
Jime, 8 de septiembre de 2009, 10:47:25 ART