Adoros
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Adoro a mis hijos, los adoro, los adoro, los adoro. ¿Cuántas veces debo decirlo para que se comprenda que además de eso adoro tener mis momentos?.
También adoro los domingos a la mañana en los que ellos están en la casa del padre, despertarme sin la alarma del despertador, levantarme, ducharme, vestirme con el primer trapo que encuentre a mano y salir sin maquillaje a comprar el diario o portando el libro de turno con rumbo a mi bar preferido, para desayunar con: tostadas, queso, dulce, café con leche, jugo de naranja, frutas de la temporada y música agradable.
¿Cuántas veces debo explicarle a la porción culpógena hereditaria de mi ser que no tiene nada de malo sentir que el primer adoro no es excluyente del segundo?, ¿o viceversa?.
Jime, 6 de septiembre de 2009, 11:31:29 ART