Witches time
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Bueh, la hora de las brujas, estamos un poco más allá de esa hora y por suerte no hay criaturas febriles de las que ocuparse. Pero a falta de ello, hay pelusas y pelusones colgando del techo, ventiladores del idem, polvillo muebleril y la no conciliación del sueño propiamente dicha.
Negociación mediante por mail, escuchando los tambores y cánticos de Omar Faruk Tekbilek sumado al libro de cuentos póstumos de Pessoa, plumero, trapito y reacomodo de libros, invocamos a Morfeo.
En vano creemos -a esta altura ya es queremos creer- que eso podría llegar a dar resultado.
El CD termina y el silencio deja percibir el tic tac del reloj de pared, tic tac, tic tac, tic...tac.
Jime, 31 de mayo de 2009, 1:03:21 ART