Pensamientos al aire
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Varias personas me recomendaron hacer el taller de escritura que él suele hacer cada tanto, lástima que no lo haga un miércoles. Y entre todas esas recomendaciones la de escribir, la de expresar aunque más no sea en forma desordenada, caótica, desagradable o sin sentido. Me han recomendado hacerlo diariamente, claro, preferentemente en un cuaderno, el hecho de que intente hacerlo en este espacio es una elección personal.
Personal por tener la loca idea de que estos escritos podrían en algún momento formar para de la herencia de los míos. Imaginate dentro de 60 años, cuando mis descendientes lean esto?, imaginate lo impresionante que eso sería contra una hoja de papel que por su propia naturaleza tiende a desaparecer?. Algo que ya he padecido con los escritos y obra de mi padre.
Cierro los ojos y se me vienen a la mente infinidad de ideas, muchas directamente conectadas a mi realidad actual, y otras no tanto, o por lo menos de eso se disfrazan, pero evidentemente esos pensamientos también tienen relación con mi presente.
Mi presente está básicamente formado por mi pasado.
Suena el teléfono, es mi amiga la que vive en Suiza, para contarme que inició el proceso de divorcio de su marido con el que estuvo 17 años casada y con el que tienen dos niños, una adolescente y otro pequeño, como mi hijo, hablamos más de una hora, o para medirlo en tiempos más exactos lo que tardó la bateria del teléfono inhalámbrico en descargarse completamente.
Esa llamada me llevó a recordar cuando cierta persona me comentó, días atrás, que conocía cercanamente muchos casos de gente de nuestra generación que se estaba separando, muchos con hijos, quizás no todos, pero sí la mayoría y me pregunto, será tan así?.
Será este un fenómeno de esta época?, o será casualidad?. será como cuando uno vivencia algo en particular y luego se amontona junto a otras personas que estarían pasando o habrían pasado por algo smiliar?, momentos esos en donde uno busca amucharse por el simple hecho de la similitud de experiencias. Como siempre digo, vamos a lo conocido, volvemos a lo conocido.
Lo que en todo caso no nos resulta gratuito pero, romper el molde tiene otro precio.
Jime, 17 de mayo de 2009, 16:19:40 ART