¿Para qué derrochar todo ese amor?
»
"Y a lo mejor también era una forma de honrar cada uno su propia vida, se dijo. ¿Qué otra cosa tenemos? ¿Qué otra cosa, como no sea este bendito y milagroso intervalo de ser y autoconocimiento?. Si hay algo que honrar y bendecir es, sencillamente, esto: el preciado don de la mera existencia. Vivir desesperado porque la vida tiene fin, o porque carece de un propósito superior, de un designio implícito es una grosera ingratitud. Inventar un creador omnisciente y dedicar la vida a una interminable genuflexión no tiene sentido. Y también es un desperdicio. ¿Para qué derrochar todo ese amor volcándolo en un fantasma cuando hay tan poco amor en el mundo?."
Un año con Schopenhauer, Irvin D. Yalom
