Corazón de platino
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Mis barreras de defensa deben haber quedado cuando atravesé la aduana Colombiana, levante los brazos, le haré una pequeña requisa, me dijo esa mujer policía y zas!, se las llevó, o quizás cuando crucé el detector de metales.
Una de las barreras, la fundamental te diría, era de platino, me costó añares elaborarla. Prolijamente, dedicadamente, a medida, para toda ocasión y ahora, desprovista de ella, estoy a flor de piel.
Lo bueno de las corazas es que te permiten vivir una vida de capullo.
Lo malo es que la vida real no consiste en ser capullo.
Lo bueno de haberla sostenido durante este año, sobre todo, es que me permitió sobrellevarlo
Lo malo de no tenerla, al menos hasta volver a tierra argentina, es descubrir cuanto me falta aún para poder caminar sin cargarla.
Jime, 21 de octubre de 2009, 12:12:43 ART
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