miércoles, 16. marzo 2005
Tengo que confesarte
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Se te ocurre comunicar algo dentro de tu ambiente laboral y los demás te escuchan y te manifiestan apoyo en la decisión tomada... de todo lo expresado, fundamentalmente recibís palabras de halago y de buena fortuna, seguido de silencio.
Después de un tiempo, como por arte de magia, se te empiezan a acercar algunos compañeros de trabajo, siempre en forma aislada y como si fuera un acercamiento casual, para mencionarte que ahora que conocen las novedades quieren comentarte que a ellos les pasa lo mismo y que se sienten en confianza de contarte que están en un proceso de búsqueda de horizontes similares.
Conclusión, no te queda claro, en qué momento tu figura corporal se transformó en un confesionario (¿?).
Jime, 16 de marzo de 2005, 17:15:57 ART
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