lunes, 26. abril 2004
Demorada en el ascensor
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Existe una lista innumerable de cosas que se pueden hacer mientras esperás que lleguen los técnicos que te van a otorgar esa tan deseada libertad que un ascensor ha decidido arrebatarte. Siendo el ascensor hermético y pocos las personas que comparten el encierro transitorio la imaginación vuela... y vuela... y vuela:
- te acordás de ese libro que empezaste a leer hace como dos meses y tenés abandonado en “tu casa”
- te das cuenta de que el esmalte de uñas pide pista y que urgentemente tenés que ir a la peluquería más cercana
- te das cuenta que no estás vestida con el atuendo más indicado para sentarte en el piso
- comprobás que sos claustrofóbica y experimentás el paulatino incremento de tu frecuencia respiratoria
- te das cuenta de que justo en ese momento necesitás ir al baño
- te das cuenta de que no tenés ganas de iniciar conversaciones banales con tus compañeros de tragedia pero finalmente no vas a poder evitarlo
- te acordás de que ese día fuiste temprano a trabajar porque tenías que entregar algo antes de media mañana
- te ponés paranoica pensando y repensando si dejaste cerrada la llave de gas luego de apagar la estufa
- tenés dos mensajes en el celular (imposibles de escuchar por no tener señal)
- ó finalmente... podés dejarte llevar y pensar que en lo que a vos respecta, eso no te va a cambiar el día.
Jime, 26 de abril de 2004, 19:18:40 ART
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