Chofer, me bajo en la próxima parada
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Todavía no me hallo ó lo que sea, que más dá, hasta que el cuerpo no se acostumbre a este nuevo horario... ¿quién habrá inventado eso?, ¿cómo es posible perder 4 hs de un minuto a otro y recuperarlas del mismo modo?, ¿cómo explicarle ese concepto universal a cada una de nuestras células eucariotas?: “esteee por ejemplo vos que sos un glóbulo rojo que vive xx días, pero a partir de mañana vas a perder cuatro horas de ese estimado tiempo y si no vuelvo en el transcurso de esos xx días no los vas a recuperar en toda tu vida... quedarán como un plus para las nuevas generaciones, como con el envase de 350 g de café que está en oferta y solo pagás por 250g”.
No sé si esa sea la manera pero algo voy a tener que pensar, porque no solo tengo sueño cuando no tengo que tenerlo sino que almorzaría a las diez de la mañana y ... en fin, que mi cerebro supera el límite de velocidad máxima permitida y todavía no ha podido metabolizar tantas experiencias hermosas vividas ...
... como por ejemplo las coincidencias, que ponen la piel de gallina, corporizar al ser conocido espiritualmente pero no materialmente, confirmar sensaciones intuitivas... fin de semana glorioso, transformando a esos nuevos vínculos de afecto en conexiones ilimitadas... atemporales.
No me hallo... esos sonidos de ciudad que había logrado minimizar en mi estado consciente, esa alarma de auto que suena hace 30 minutos de manera interrumpida, tan diferente a ese concerto BWV 1042 de Joan Sebastián Bach que interpreta Pinchas Zukerman en la compactera...
... cuanto contraste.
Jime, 8 de marzo de 2004, 21:08:59 ART
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